martes, 7 de junio de 2011

Un papa, un Beato y un eterno Amigo...


Karol Józef Wojtyła nació en Wadowice, Polonia, 18 de mayo de 1920  y falleció en la Ciudad del Vaticano, 2 de abril de 2005), más conocido como Juan Pablo II, fue papa de la Iglesia católica entre 1978y 2005. Como tal, fue también el Jefe de estado de la Ciudad del Vaticano.

Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), se convirtió en el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia. Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX(31 años).
Juan Pablo II ha sido aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordándoselo especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la teología de la liberación, con la ayuda de su mano derecha, a la postre sucesor, Joseph Ratzinger.

Jugó asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, a todos los de Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión Anglicana.

De entre los hechos más notorios de su pontificado destaca el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, a manos deMehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia desde la multitud. Tiempo después el terrorista fue perdonado públicamente por el pontífice en persona.


Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitando 129 países durante su pontificado, hablando además los idiomas siguientes: italiano, francés, alemán, inglés,español, portugués, ucraniano, ruso, croata, el esperanto, griego antiguo y latín, así como su natal polaco. Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra combinada de sus predecesores en los últimos cinco siglos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado Venerable por su sucesor, el papa Benedicto XVI, quien también ofició la ceremonia de su beatificación el 1 de mayo de 2011.

Hoy, mañana y siempre recordaremos con gran amor al papa de los jóvenes, quien durante todo su pontificado busco llevar un mensaje de paz y de unión entre todos, en donde las creencias religiosas, condiciones sociales o razas, no fueran un impedimento, para conseguir la tan unión anhelada por el papa. 

Juan Pablo II es y sera siempre nuestro amigo, nuestro padre y el mas claro ejemplo del amor puro...

Conociendo un poco a la Acción Católica


¿Quienes somos? 


Somos un grupo de católicos asociados libremente, conscientes de su responsabilidad como iglesia, bajo el impulso del espíritu santo, en comunión con los obispos y sacerdotes, testimoniando nuestro compromiso evangelizador. 

¿Para que?

Para la formación moral, social y apostólica de sus miembros, preparándolos para su santificación personal y para evangelizar en su propio ambiente familiar, social, cultural y político,defendiendo los principios católicos morales y éticos. 


Nuestra Misión

Vivir nuestra vocación tanto personal como comunitaria, con el convencimiento de que como iglesia, existimos para ser agentes de la nueva evangelización.

Nuestra Visión 

Poner al servicio de la comunidad parroquial, nuestra capacidad y espiritu de trabajo, con una profunda vida espiritual y una formación solida y actualizada, comprometida en la mision evangelizadora.

Acción Católica, Presente en Venezuela..

Por el impulso del Nuncio Apostólico, Monseñor Fernando Cento y el deseo del Santo Padre; se funda en el año de 1927 en Venezuela la Acción Católica. De este movimiento surgieron diferentes ramas, como la Unión de Damas de la Acción Católica (UDAC) que después se llamaría Unión de Mujeres de la Acción Católica (UMAC), seguido de la unión de Hombres Católicos; después sería la Juventud Católica Femenina Venezolana (JCFV) y la Juventud Católica Masculina de Venezuela. De esta forma, surgieron distintas divisiones especializadas para jóvenes universitarios, así como existió la Juventud Obrera Católica (JOC).

Con el paso del tiempo se fue debilitando la organización para quedar solamente la UMAC. En el año de 1997, se reincorpora el Área de Jóvenes, con lo que se dio un aire de renovación al movimiento, deseo este de cada uno de los miembros y para el año 2002, tras una reforma importante de sus estatutos, cambia el nombre de la asociación por ACCIÓN CATÓLICA DE VENEZUELA (ACDV) dando paso a una gran apertura, recibiendo como miembros a personas de cualquier edad, nacionalidad, sexo y estado civil.

Esta apertura, ha permitido darle nueva vida a la Acción Católica de Venezuela, incorporando a los jóvenes al fin apostólico de la Iglesia, esto es la evangelización, la santificación de los hombres y la formación cristiana de sus conciencias. La renovación de la Acción Católica de Venezuela, es el signo del “don del Espíritu Santo para la Iglesia de nuestro tiempo”.

Por todo lo anterior, el Área de JOVENES DE ACCIÓN CATÓLICA, es la expresión del rostro de una organización renovada, con un carisma vigente con una presencia viva en la comunidad eclesial y preocupada por la labor misionera de la Iglesia. Una Acción Católica movida por los jóvenes, quienes contemplando el rostro de Cristo, construyen el futuro para las próximas generaciones.

Un apostolado fundado por un papa...

La Acción Católica es una forma de apostolado en la que los laicos se asocian para el anuncio del Evangelio a todos los hombres y ambientes, de acuerdo con las necesidades de la Iglesia Católica en cada tiempo y lugar. Fundada de acuerdo con las directrices del papa Pío XI y del Concilio Vaticano II, se organiza en la forma jurídica de asociación pública de fieles.

Historia de la Acción Católica 

Orígenes

Las vicisitudes del cambio político, social, cultural y religioso en Europa durante el siglo XIX debilitaron la posición de la Iglesia católica en mucho países donde ésta había venido hasta entonces disfrutando de una posición privilegiada. Los ataques de los movimientos reformadores y las nuevas condiciones de la vida política hacían insuficiente las formas tradicionales de defensa de los intereses y de la libertad de la Iglesia, y la necesidad de respuesta alumbró el surgimiento de asociaciones para tal fin fundadas y dirigidas por laicos.

En Alemania la cuestión religiosa aparece vinculada a las luchas por la unidad nacional. Tras la revolución de 1848 y al tiempo que la Dieta de Francfort trata de dar una constitución común a los territorios alemanes, se reúne en Maguncia un congreso de asociaciones católicas, de cuyo impulso nace el movimiento católico en Alemania, al margen de rivalidades políticas, dirigido a la defensa de la Iglesia y a la restauración del orden religioso. De este movimiento surgirá la organización de las jornadas de los católicos (Katholikentag) y la resistencia frente a la opresión del gobierno prusiano del canciller Bismarck durante la década de 1870 (Kulturkampf).

En Bélgica se organiza el Congreso de Malinas en 1863, del que nace la Asociación Católica belga frente a la política anticlerical de los gobiernos liberales de los años sesenta.
En España el movimiento del asociacionismo católico entra en acción para responder a lo que se percibían como ataques anticlericales del sexenio revolucionario (1868-1874),sin que ni entonces ni durante la Restauración las asociaciones católicas asumieran objetivos comunes, pese a las peticiones en tal sentido del papa León XIII (encíclica Cum multa, de 8 de diciembre de 1882).

En Francia se organizan los primeros comités católicos en los días de la Comuna de París (1871). En 1876 Albert de Mun funda la Asociación Católica de la Juventud Francesa, de cuya matriz nacerán a partir de 1926 los movimientos juveniles especializados de Acción Católica.

Por influjo del mismo Congreso de Malinas se crea en Italia en 1865 la primera asociación católica de ámbito «nacional» (aún sin haber completado la unificación), denominada Asociación Católica para la Libertad de la Iglesia. En 1867 se funda la Sociedad de la Juventud Católica, bajo cuya inspiración surge a partir de 1874 la Obra de los Congresos. El enfrentamiento de la Iglesia católica con el Estado italiano liberal por la cuestión romana y la política anticlerical y la prohibición papal de que los católicos participaran en las elecciones como electores o candidatos limitaron la participación de los católicos al ámbito asociativo.


Consolidación y desarrollo

Pío X dispuso una reorganización del movimiento católico italiano en su encíclica Il firmo propósito (11 de junio de 1905), en la cual se establecían las bases de la constitución de la Acción Católica como actividad organizada de los laicos católicos en orden a «unificar sus fuerzas para situar de nuevo a Jesucristo en la familia, en la escuela en la sociedad». En la concepción de Pío X sin embargo no existía apenas margen para una actividad autónoma de los laicos en el campo propiamente secular, quienes de este modo se convertían en meros ejecutores bajo el control de los obispos, estrechamente sometidos por su parte a las directrices de Roma.


Fue el papa Pío XI quien dio forma definitiva a la Acción Católica y la definió como «participación de los laicos en el apostolado jerárquico»,concibiéndola como una fuerza activa que agrupara a los fieles bajo la autoridad episcopal para lograr una recristianización de las costumbres y de la vida pública. La Acción Católica aparecía así como una herramienta fundamental en la tarea de instaurar el reino de Cristo en la sociedad y de combatir la influencia del laicismo. Al identificar la Acción Católica con la jerarquía no se buscaba únicamente el control de la iniciativa de los laicos, sino también proteger esta actividad apostólica de los ataques de los regímenes totalitarios que trataban de impedir cualquier movimiento juvenil distinto de los encuadrados en los partidos únicos; de ahí el empeño de Pío XI de incluir garantías para el funcionamiento de la Acción Católica en los concordatos suscritos bajo su pontificado.


En 1924 surgió en Bélgica, por iniciativa del sacerdote Joseph Cardijn y a partir de un grupo de jóvenes trabajadores, el primer movimiento de la Acción Católica especializada, es decir, que tenía como objetivo de su actividad un ambiente determinado, un ámbito de vida, concretamente el mundo del trabajo. Nace así la Juventud Obrera Cristiana (JOC), que posteriormente se extendió a Francia y a otros países. Esta idea de que los propios trabajadores se organizaran en un movimiento especializado para ser apóstoles de sus compañeros se enfrentó a no pocos detractores, que acusaban a Cardjin de querer introducir la lucha de clases en el seno de la Iglesia, pero contó con el apoyo decidido de Pío XI, quien llegó a declarar que la Juventud Obrera Cristiana representaba la forma perfecta de la Acción Católica. A partir de la JOC surgirán en Francia y en otros países movimientos especializados de estudiantes y jóvenes del mundo rural, y más tarde los movimientos especializados de adultos.

 Los diversos movimientos gozaban de amplia autonomía unos de otros, y en cada país se fue desarrollando un modelo propio de Acción Católica. En unos casos marcada más por la especialización de los movimientos de ambientes y en otros por la fórmula de la organización unitaria, dividida en cuatro ramas: varones, mujeres y jóvenes de uno y otro sexo, con una estructura que va de la parroquia a la diócesis y a la agrupación nacional.

El 12 de septiembre de 1927, fue fundada "La Unión de Damas de la Acción Católica", y es partir de aquí en donde este apostolado, ha venido haciendo historia en nuestro pais. En 1963 desaparece la  "La Unión de Damas de la Acción Catolica" y se llaman a partir de entonces "Unión de mujeres de Acción Católica" (UMAC).